He añorado tu piel dulce y blanca
tu mano rozaba mi espalda, con suaves caricias
que tanto anhelé...
He añorado tu boca, apacible ante mis ojos
que siguiendo un sendero, desbocan en un mar de aguas
bravas, firmes y valientes...
Añoro el tacto de mi pelo en tu frente
de esas noches impacientes, ansiosa de tus besos.
Añoro tu aroma entre mis dedos...