He añorado tu piel dulce y blanca
tu mano rozaba mi espalda, con suaves caricias
que tanto anhelé...
He añorado tu boca, apacible ante mis ojos
que siguiendo un sendero, desbocan en un mar de aguas
bravas, firmes y valientes...
Añoro el tacto de mi pelo en tu frente
de esas noches impacientes, ansiosa de tus besos.
Añoro tu aroma entre mis dedos...
La piel
ResponderEliminarel primer contacto
la mirada
el tacto
el rubor
el roce
la caricia
La espera
la impaciencia
el momento
la premura
el encuentro
un instante
El todo.
No lo pude evitar, mis besos y carños
Se añora lo que se ama, los sentidos tienen memoria.
ResponderEliminarExcelente Mariangeles.
Un beso
Añoranza...
ResponderEliminarMe he atrevido a copiar esta estrofa, muy hermosa por cierto.
He añorado tu boca, apacible ante mis ojos
que siguiendo un sendero, desbocan en un mar de aguas
bravas, firmes y valientes.
Abrazos, Mariangeles